Y ahora se agrega otro factor que yo no había asimilado: mi fobia al agua. Desde cuando tengo ese terror?, la verdad es que no se muy bien a que achacárselo, pero tengo en mi mente un par de escenas que podrían dar luces al respecto.
FLASH
Primera vez que veía el mar, debo haber tenido 4 años quizás menos... y de la mano de mi padre me acercaba a las pequeñas olas que se formaban y arrancaba ante la sensación helada y súbita del contacto con el agua... La idea es que uno vaya gradualmente tomando confianza, cierto?... pero como las sabias palabras de mi padre dicen: "en la confianza está el peligro". Dicho y hecho. Cuando ya me metia al mar, la confianza mia y de mis padres se fue relajando... ZAS!!! me bota la ola, me revuelca, doy veinte mil giros y llego cual naufrago a la orilla... Tengo imagenes de eso, pero me queda la sensación de la arena en toda mi boca y en mis ojos... y el jugo, de esos que venían en un envase con forma de pelota, para tratar de compensarme...
FLASH
Cuando pequeña mi cabello era laaaaargo y ondulado, la tina del baño graaaande, los animos para bañarse escasos y la paciencia de mi abuela para asearme brillaba por su ausencia... ya se imaginaran el resto. Recuerdo la sensación de que te tiraran un balde lleno de agua en la cabeza... y uno, llorando, pataleando, dale respirando y tragando agua.... Un día me rebelé y sali corriendo del baño con el pelo todo mojado... Al dia siguiente mi larga cabellera había desaparecido...
FLASH
Piscina en la casa de mi tio nano, yo feliz metida en el agua, 10 años. Todos los Lechuga en el agua y como son malitos pal webeo, alguien se le ocurrio que hacia falta más agua en nuestras vidas, asi que con la manguera comenzo a tirar agua... Craso error, el agua me llego a la cara y nadie pudo contener mi llanto...
Realmente me gusta el agua, me encanta estar metida en el mar, lago, rio, piscina etc... pero si hay algo que no tolero es que el agua toque mi rostro, me desespero! (si, aplico el nunca bien ponderado "nado a lo perrito" o me dedico a flotar de espaldas). Ni hablar de sumergirme... Llega a niveles preocupantes esto de la fobia al agua... En la ducha, soy capaz de bañarme enterita sin que el agua toque mi cara, pongo un extremo cuidado en eso, dejando al final el lavado de ésta, con preparación mental y todo el show incluido...
Una lástima que mi mala relación con el agua haya sido culpa de los otros, pero ya a estas alturas no hay na' que hacerle... Trato de hacerme la loca con ese trauma infantil, he hecho avances, pero en la soledad de la ducha sigo con la manía...
Le tengo miedo al agua... Igual que un gato!