viernes, 13 de marzo de 2009

Back in Time


De lo que quiero divagar hoy no es algo extraño para nosotros: dos veces por año nos hacen pasar por ese suplicio que llaman “cambio de hora” y es algo a lo que definitivamente me resisto!.

Por qué se hace? Razones hay muchas, pero a uno de los primeros en ocurrírsele semejante tontería fue a un gringo y después se le sumó un inglés (esos dos países de compinches no pueden tramar nada bueno…). Básicamente la idea era aumentar las horas de luz diurna durante el verano, lo que ayudaba a la mayoría de las actividades que se realizaban después del horario laboral… Yo creo que nada de eso es necesario desde que podemos manejar la luz eléctrica, pero resulta que el dichoso cambio de hora también servía para ahorrar energía, lo cierto es que ninguno de los beneficios son totalmente compartidos por los científicos. De hecho se ahorró más energía con la campaña que con el puto desbarajuste horario…

Si quieren leer algo más visiten este enlace en wikipedia.

Lo que más me molesta es que esto es otra muestra más de que a la humanidad nos gusta complicarnos la existencia racionalizando cosas y no dejar que la naturaleza siga su curso:

De partida existe un ánimo premonitorio generalizado en la población de que se acerca el cambio de hora –tanto tiempo sufriendo que uno ya lo presiente-, desde allí nace una autoconfianza desmedida que nos hace ignorar los múltiples avisos y reportajes que nos preparan para el evento.

Lo anterior nos lleva a que cuando llega el día D, al 5% de la población se les olvida y el 90% restante no sabe si hay que adelantar o atrasar en una hora el reloj –el 5% que falta son los ordenaditos por la vida que no se tupieron con el cambio-.

Ni hablar de los papelones que se han de pasar porque uno llega atrasado… o, en caso que uno forme parte del 5% ordenado, por esperar a los despistados. Lo peor es que no es un leve atraso normal… ES UNA HORA!. Y claro, como uno anda enchufada a su reproductor MP3 (o MP4 o iPod si lo prefiere), tiene su propio celular y/o reloj donde ver la hora y prefiere evitar el contacto con desconocidos; para que cresta andar preguntando la hora!. Así que uno camina tranquilamente al lugar de encuentro sin saber que lleva una hora de atraso… para que hablar de la cara de felicidad de la persona con que te ibas a encontrar, si es que no se ha ido ya…

Por otro lado, si uno es fanático de series o de ver pelis por el cable el desastre es mayor: “hay que sumar 3 o 4 horas??” “Y si en México también cambiaron la hora??” son comentarios comunes en esas fechas. En las semanas venideras lo más probable es que te pierdas un par de capítulos y dependiendo de lo que estés viendo, dos capítulos menos puede significar que perdiste el hilo en la serie… Y para que intentar buscar las repeticiones si ya no encontraste el estreno. Creo que con todos estos sistemas digitales (dBox o similares) ese problema puede ir en retroceso, pero puchas que era desagradable…

Independiente de lo tragicómico o de lo exagerado de lo escrito más arriba, deben admitir que lejos lo más desagradable y odioso, es que cuando finalmente te acostumbraste a funcionar en el nuevo horario TE LO CAMBIAN NUEVAMENTE!!! Y nos vamos al horario de inverno de nuevo… Y te desajustas otra vez, sigues llegando atrasado y andas todo cansado por la vida porque tu cuerpo y tu mente no conciben que le anden quitando y sumando horas de sueño de la noche a la mañana.

El cuerpo no entiende razones y tiene un ciclo interno normal que va en armonía con la naturaleza. Las mujeres lo tenemos más que claro con nuestros ciclos menstruales de 28 días, aproximadamente lo mismo que dura un ciclo lunar… raro, no?.

Si quieren saber mas vean este otro link de wikipedia.

Otro ejemplo más general: la producción de la hormona del crecimiento se produce fundamentalmente en la noche. A ese fenómeno se le llama ritmo circadiano o biológico (circadiano = cerca del día o cerca de 24 horas) y la luz es una de los factores externos regulatorios más importante. Nuestros ciclos de sueño-vigilia (y la producción de casi todas las hormonas) no están determinados por un simple reloj, sino que por la cantidad de luz diurna que nos mantiene despiertos y que bloquea la producción de melatonina; cuando la luz desaparece suben los niveles de melatonina y nos dormimos. Pregúntenle a cualquier viajero frecuente por el jet –lag y que contienen las pastillas que toman para tratarlo.

Mi punto, para no aburrirlos con datos biológicos (si es que no lo hice ya :P), es que los cambios de horario son antinaturales e impuestos por intereses comerciales, de ahorro energético y de producción; realmente no tienen beneficios significativamente aprovechables y básicamente no los necesitamos porque nuestros cuerpos van al ritmo de los cambios naturales… no por capricho existen las estaciones, la vida nació alrededor de estos cambios y ha evolucionado para adaptarse a ellos y seguir sus movimientos.

Lamentablemente seguimos presionados para funcionar 24/7 en esta sociedad que no descansa, en que la noche no existe y donde no se respetan los ciclos naturales… por cierto ya se nos viene el próximo cambio a horario de invierno el 14 de marzo y el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada de Chile (SHOA) se encarga de La Hora Oficial.cl, donde podemos saber el cómo y cuándo del puto cambio de hora. (sorry pero es que lo detesto)