El frío al que estoy acostumbrada

Como diría Ro!... ha llegado el otoño y se huele en el aire… y una calma impensada hace un mes atrás comienza a apoderarse de todos.

Vuelve el frío al que estoy acostumbrada y que tanto me gusta. Lentamente esa brisa helada ha empezado a encontrarse con mi rostro, y el aire frío se respira enfriándonos por dentro.

No se porque pero siento que el frío me purifica y me marca el inicio de una serie de rituales que adquieren un significado especial: El café se hace absolutamente necesario, salir a caminar por las calles se vuelve realmente placentero, llegar mojada a casa (no porque no tenga paraguas), los “5 minutitos más” entre las sabanas adquieren otro sentido, observar lo gris del cielo y como el sol pálido lucha por abrirse paso entre las nubes, que mi gato se siente en mis piernas y comience a ronronear es todo un placer, dejar la cerveza para darle paso al vino, en fin… casi no puedo esperar a que las hojas de los árboles tomen ese color dorado y comiencen a caer para oírlas crujir cuando las piso!!!

Definitivamente el otoño es mi época preferida del año, mi mente se llena de estas imágenes y me provoca una sensación demasiado placentera, de calma, de nostalgia, de paz…

El inverno también me gusta pero… pff… a veces se me hace demasiado crudo y los extremos no siempre son buenos.